Mareada y confundida se dejaba morir en aquel estado cuando de pronto su corazón dio un salto y latió con tal fuerza que el dolor fue agudo. Era la reacción a un llamado, no sabía de donde ni quien era pero sentía que esa voz la sujetaba y le hacía paso a su camino de liberación. Aferrándose guiada por la voz trató y logró poco a poco liberarse de aquellas nubes negras haciendo paso su claro que deslumbraba alrededor del azul oscuro de la noche.
Su corazón latía a mil por hora al sentirse vivo en ella como el de un bebe recién nacido cuando se aferra al nuevo aire que le rodea. De donde venía la voz que le devolvió la vida emanaba una luz clara, brillante y cálida, miró y buscó reconocerla sin éxito, sintió que se alejaba de ella y no tuvo miedo pues sabía que no era el momento pero que pronto la encontraría, ya que pudo sentir que unos ojos la observaban a la distancia y le daba la seguridad de un pronto encuentro a medida que se alejaba…
